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En Elepants celebramos a los emprendedores que abrazan el triple impacto, defendiendo el medioambiente, el comercio justo y la trazabilidad de sus productos. Melu Wolman es una de las creadoras de The Food Market, una plataforma para comprar alimentos saludables y creados de manera sostenible. ¿Lo conocés? Te contamos sus inicios y cuáles son sus nuevos desafíos.

“The Food Market nació luego de un camino de investigación que hicimos con Nadia (Javkin), mi socia, en donde veíamos que a los pequeños productores les costaba competir con el consumo masivo y a nosotras, como consumidoras de productos saludables, nos costaba encontrar todo en un mismo lugar y tener buena información”, así arranca a contarnos el recorrido de su emprendimiento Melanie Wolman, contadora y cocinera profesional que, por el momento, abandonó los fuegos para dedicarse con pasión a este proyecto que apuesta por el win-win de ambas partes, tanto de los productores como de los consumidores.

En 2015, con algunas dudas pero firmes en su propósito, Melu y Nadia empezaron a investigar un poco más. Llegaron a la conclusión de que son muy pocas las personas que conocen el origen de los alimentos que compran y consumen. Hacete esta misma pregunta ahora: ¿sabés exactamente quién fabrica lo que comiste durante tu desayuno de hoy? ¿Sabés de dónde viene esa materia prima? ¿O cómo impacta la producción de ese alimento en el planeta? No es difícil contestar que no. La mayoría de nosotros no sabemos quién los elaboró, cómo ni de qué manera llegaron a nuestras mesas.

Por eso, la misión de Melu se transformó en contestar estas preguntas y así lograr una vida saludable al alcance de todos. “A nivel personal, quería tener un emprendimiento que sea escalable, rentable, pero estaba segura de que quería también que generara triple impacto. A su vez, siempre fui amante de la gastronomía, e investigando sobre alimentos descubrí que me apasiona la producción de los mismos. The Food Market es realmente mi filosofía de vida”, agrega Melu quien también es muy amiguera y disfruta salir a comer, además de pasar mucho tiempo leyendo sobre emprendedurismo.

Armar una familia de productores

Actualmente, en la tienda podés encontrar más de 4000 alimentos saludables preseleccionados y curados por Melu y Nadia: vas a poder encontrar opciones sin TACC, sin azúcar, sin lactosa, vegetarianos y veganos, entre otros. Todos sus alimentos son de pequeños y medianos productores de Argentina, que producen sin el agregado de agroquímicos o conservantes sintéticos.

Pero el camino hacia esta realidad no fue sencillo. Empezaron a crecer en conjunto con los productores (con muchos, hoy, ya se sienten como si fueran familia) y para lograr esta sociedad se enfrentaron a algunas complejidades, especialmente en la logística, una de sus patas fundamentales. En primera instancia, debían impulsar a los más pequeños a tener un buen transporte y frecuencia para recibir la mercadería con una cierta organización. “Luego de muchos años en el rubro, tenemos un área comercial desde la cual buscamos productores que nuestros clientes requieren o tendencias que queremos que sean parte de nuestra marca. También son muchos los que nos contactan a nosotros y, en esos casos, evaluamos sus productos, siempre chequeando que se trate de alimentos libre de químicos y agrotóxicos”. Por otro lado, tenían (tienen) que planear su propia logística hacia sus consumidores. The Food Market hace entregas a todo el país y están, constantemente, en la búsqueda de mejorar los tiempos de entrega.

Aprender del error: una de las claves

Como casi todos los emprendedores, uno crece haciendo. Equivocándose. Intentando y volviendo a intentar si algo no funciona como esperábamos. Melu no fue la excepción, porque en el camino, ella y su socia se encontraron con miles de pequeños obstáculos que las llevaron a repensar el negocio. Su primer “error” fue el creer que podían crecer reinvirtiendo y sin necesidad de salir a buscar inversores. Estuvieron más de 3 años así, sin cobrar ellas un sueldo, ni siquiera para seguir impulsando el crecimiento. “Tuvimos que hacer un click para entender que se necesita muchísima inversión, que con reinvertir no alcanzaba”, explica Melu y agrega que comprendieron, sobre la marcha, que uno tiene que cubrir sus necesidades básicas y plantearse un salario mínimo, aunque sea el primer tiempo, porque es necesario también para la autoestima.

Y esa no fue la única piedra, también descubrieron que se equivocaron al no armar un equipo autónomo desde el comienzo. “Las personas que trabajan para tu marca tienen que tener los mismos valores que vos: deben ser capaces, proactivas y con ganas de impulsar tu emprendimiento”, afirma. De esta manera, se puede delegar y formar un buen team. Fueron corrigiendo a medida que pasaron los años, pero siempre tuvieron muy clara su impronta sustentable.

Por ejemplo, todo el packaging que usan para sus productos son cajas de cartón y bolsas 100% reciclables y por eso, buscan ser una empresa de triple impacto – certificar como Empresa B -. Desde el comienzo trabajaron con ese fin como norte, considerando que, para tener un negocio escalable, rentable, también hay que pensar cómo aportar para mejorar al mundo. En su caso, siempre que desarrollan algo nuevo, analizan cómo ayuda al medioambiente, pero, además, cómo impacta socialmente, por ejemplo, dando fuentes de trabajo o sumando más productores.

Un futuro colaborativo

Más allá de los productos saludables y el impacto ambiental, en The Food Market tienen otra clave muy importante: la colaboración, que fomenta, genera interacciones y desarrollos. “Lo mejor que puede pasarnos es impulsarnos mutuamente entre emprendimientos, ayudar a otros a darse a conocer y viceversa. La cultura del ‘no comparto’ ya fue, es obsoleta. No hay nada más lindo que ver a otros crecer también y ayudarnos entre todos”, dice Melu.

El futuro viene lleno de sorpresas para ella y su proyecto. “Ahora estamos trabajando mucho para que The Food Market se convierta en un omnichannel, porque creemos que esta experiencia omnicanal es necesaria para complementar nuestro contacto con los consumidores. Estamos transformando 100% nuestra tienda digital, queriendo llegar con propuestas físicas también y ampliando nuestra misión hacia ser promotores de una vida saludable”, cierra.

3 CLAVES PARA EMPRENDER SUSTENTABLEMENTE

“Ser emprendedor suena mucho más complejo de lo que realmente es. Es cuestión de volverlo un hábito y empezar a ver cómo los cambios que vas generando te llenan el alma. Somos generadores de cambio, que emprendemos con mucha energía, para generar también un cambio ambiental”, dice Melu y comparte sus 3 claves para llevarlo adelante:

1. Proponételo. Sumale a todo proyecto la pregunta “¿cómo hago para que también sea sustentable?”.
2. Rodeate de gente que tenga los mismos valores que vos. ¡Juntos va a ser mucho más simple!
3. Empezá a mirar los resultados y ¡medilos! Dimensionar el impacto que estás generando te va a ayudar a querer ir por más.