En Elepants creemos que todos podemos alcanzar nuestros sueños. Por eso, queremos que conozcas las historias valientes de quienes se atrevieron a ir por ellos. Lucas Molinolo tiene 29 años y creció en Ushuaia. Desde su lugar en el mundo, le dio vida a una forma de viajar en donde el mayor lujo es estar en armonía con la naturaleza.
Imaginate esta escena: un joven fueguino, amante de la pesca con mosca y los deportes extremos, se despierta a las 4 de la madrugada con una idea. “¿Cómo sería diseñar acá en Ushuaia una experiencia de glamping? ¿Cómo sería acampar en el medio de la naturaleza salvaje pero con las comodidades que podés tener en un hotel de lujo?” Lucas Molinolo tenía solo esas preguntas en la cabeza, pero también las ganas de hacerlas realidad, así que a la mañana siguiente le contó el proyecto a su mamá y a su hermano –ambos arquitectos- y ese fue el puntapié inicial de lo que hoy es uno de los mejores secretos guardados del fin del mundo: Llanos Eco Lodge, una experiencia de alojamiento en domos geodésicos en Llanos del Castor, uno de los centros invernales de la ciudad que combina el bosque y la montaña y que promete una de esas aventuras que difícilmente uno pueda olvidar.
¿Qué es el glamping?
“El glamping es la unión de dos palabras: glamour y camping. Nació en África, en las grandes expediciones y es un concepto que había en todos lados, pero no en Ushuaia. Y que está atado a la sustentabilidad, porque los domos están ubicados en lugares donde no invadís tanto el territorio. No tirás árboles, por ejemplo” – cuenta Lucas, orgulloso de saber que el paisaje –bien verde en verano y bien blanco en invierno- pueda permanecer lo más intacto posible, sin afectar la biodiversidad de la zona. “La estructura más conocida y la más fácil de armar es el Domo Geodésico, que es una carpa, con una estructura de hierro. ¡Lo armás en un día, es una locura! Y además soporta todo tipo de climas y tiene unas vistas increíbles, especialmente de noche, cuando el cielo se llena de miles de estrellas.” Lucas no solo participó del armado de los domos, sino que también lo acompañó de servicios que acompañan esta filosofía: paneles solares para la energía, termotanques que funcionan a leña y para los días de mucho frío, salamandras a pellets, que consiguen en un proveedor que tritura la madera utilizada dándole una segunda vida. Pero así como en Llanos se promueve el cuidado del medioambiente, la idea es que los viajeros también se contagien y sumen sus propios hábitos: “Queremos que quienes vengan se lleven eso a sus casas. Por eso, les dejamos souvenirs con cosas reutilizadas y se nos ocurrió, por ejemplo, sumarles cepillos de dientes de bambú para que se lo lleven y ya cambien un pequeño hábito con esas cosas”.
“La sustentabilidad tiene que ver con nuestra generación”
Emprender no siempre es un camino fácil y sin obstáculos. Y emprender de manera sustentable puede pensarse como un desafío extra, pero algo de la propia historia de Lucas y su vínculo con ese lugar le dieron las certezas necesarias para lograrlo. “Lo que más me reconforta es saber que lo hago de una forma real. Mi viejo me contaba que él patinaba en lugares que hoy en día no se congelan por el calentamiento global. Nosotros al calentamiento global lo vemos. Todos los días. Toda la vida fui al Cerro Castor y hoy hay lugares donde ya no nieva. Yo lo estoy viendo con mis propios ojos y tengo 29 años. Lo que me reconforta es eso: saber que estoy emprendiendo, que estoy tomando parte de la naturaleza pero no la estoy invadiendo de una manera agresiva. Eso me deja muy tranquilo y me gusta hacerlo de esa manera”. Pero claro que no todo es lindo; también existe el lado B: a veces ser sustentable hace que los procesos sean un poco más largos y desafiantes. “Siempre está la tentación de en vez de tener un termotanque a leña le pongo uno a gas y listo, me olvido. Pero vale mucho más la pena hacerlo como lo hacemos”.
El valor de confiar en los sueños
Si uno le hubiera preguntado al Lucas que se despertó a las 4 de la madrugada con la idea de diseñar un glamping sustentable si eso le parecía un sueño, quizás la respuesta hubiera sido “sí”. Pero los emprendedores bien saben que a un sueño no solo basta con soñarlo y desearlo, sino que hay que empujarlo a la acción y acompañarlo con muchos otros valores. “Para mí, el primero es la ética. Que para mí es ser consciente con lo que uno está haciendo y ser real. Uno puede decir soy sustentable en estas cuestiones y después no lo sos en el impacto que estás generando y lo que estás comunicando. Es clave no mentir.” ¿Y otro valor para que el sueño se vuelva motor de las acciones? Lucas cree en algo que todo emprendedor lleva en la sangre: la confianza. “Confiar en lo que uno desea, hacerlo y darle para adelante. Yo me levanté a las 4 de la mañana, dije que lo iba a hacer, me lo metí en la cabeza y también pensé: ¿por qué no? ¿Qué me limita? Cuando lo pensé, en mi cabeza estaba convencido de que lo iba a hacer”. Hoy, parte de su sueño inicial vive el rincón más austral de nuestro país y es un escenario idílico para que no solo Lucas, sino también quienes visiten Llanos Eco Lodge, puedan seguir creando y dejando huella para un mundo mejor. ¿Y qué es lo que se viene? ¿Te imaginás cómo sería estar mirando las estrellas desde el domo en el fin del mundo? Lucas está trabajando en hacer realidad el siguiente paso del Llanos, para que se complemente con una experiencia de “astroturismo” que permita observar los fenómenos del cielo y las estrellas desde un lugar privilegiado. “Recién estoy arrancando, me queda mucho por aprender, quiero seguir desarrollando cosas porque me hace bien pero creo que todavía ni empecé. Tengo muchas ganas de hacer proyectos vinculados a lo que a mí me hace bien. Crecí en la naturaleza, y siento que estar rodeado de ella me hace bien. Por eso, hoy puedo decir que estoy trabajando de lo que amo, que es la naturaleza”.
Ping Pong Dreamer
¿Tu lugar en el mundo? Cualquiera que sea en la naturaleza.
¿Una frase de cabecera que te inspire? “Confía en ti y serás invencible”
¿Un momento del día para crear? Después de las 7 de la tarde.
El mundo sería un lugar mejor si… estuviéramos todos mejor comunicados.
¿Un objeto que habla de vos? Mi mate.
¿Un sueño que todavía no cumpliste? Desarrollar una marca de indumentaria.
¿Un libro que te haya cambiado la vida? “Hacia rutas salvajes” de Jon Krakauer.
¿Una canción que te haga soñar? Me gusta Frank Sinatra, puede ser “That’s life”.
¿Algo que hacés para sentirte bien? Meditar.
¿Una obsesión? Me obsesiono con los detalles, soy muy detallista.
¿Querés visitarlo?
Si te dan ganas de vivir la experiencia creada por Lucas, visitá @llanosecolodge.
Mi experiencia en Llanos
Por Augusto Mustafa.
“Te sentís en plena montaña; enfrente tuyo hay dos picos nevados, mucho verde, bosque, naturaleza al 100%, es un lugar que te invita a reconectar con vos mismo, a sentirte parte de algo más grande. Hay muchos animales, lagunas muy cerca, senderitos para hacer trekking. Ahí te das cuenta de que es más importante administrar bien un espacio en vez de explotarlo. Administrar implica conservar la riqueza y poner, como hizo Lucas, un domo que no va alterar ese espacio, no lo va a modificar y va hacer que ese espacio sea aún más rico y permitir a la gente que pueda disfrutarlo de una forma diferente a solo ir a caminar el senderito. Y ese es el verdadero lujo. Podés hacer un negocio con impacto positivo con el menor daño posible generando la mejor experiencia. Es un equilibrio grandioso y hoy el mundo necesita de este tipo de proyectos.”